Sin ir más lejos, un joven que actuaba por las calles españolas fue multado por parte de la policía al no disponer de licencia para actuar en la vía pública.
Al ver lo sucedido, un turista suizo que observaba el espectáculo acudió inmediatamente a un cajero para obtener dinero y, posteriormente, pagar la multa del artista. Tras este bonito gesto, el turista no daba crédito a la realidad a la que estarán sometidos los artistas callejeros.
Parece que las medidas tomadas por los gobiernos respecto al asunto no gustan ni dentro, ni fuera de España. La medida impopular está teniendo más repercusión de la deseada en un ámbito muy importante para el país como es el turismo.
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